A escasos Km. del centro de Vilagarcia y como si de un jardín botánico se tratara, nos encontramos con esta propiedad, donde cada rincón emana la dedicación y el cariño con el que su propietaria durante años trabajo para convertirla en un pequeño paraíso, remanso de paz y bienestar. La propiedad tiene una superficie de aproximadamente 3000 m2, en la que está ubicada una pequeña edificación con cocina, baño, sala de estar y un pequeño porche donde disfrutaremos de largas tardes de verano al aire libre. En este mismo nivel hay una pequeña piscina rodeada por jardines plagados de todas las flores que su cabeza pueda imaginar. La propiedad con cierta pendiente está hecha en bancadas, perfectamente estructuradas.